El 3 de marzo ha sido el Día de la Naturaleza, y he encontrado una artista que la combina con el arte de una manera mágica.
La artista, que se hace llamar Anna and The Willow, hace unas esculturas orgánicas maravillosas con las que ha decorado un bosque. Las piezas son muy bonitas, algunas a tamaño real, y tan integradas en el entorno que parece que pertenecieran al lugar como cualquiera de sus elementos. Además ha conseguido tal realismo, que pareciera que sus figuras fueran a moverse en cualquier momento:
(Está en inglés, pero lo importante son las fotos)
Pero lo que realmente me impresionó es cómo están hechas: las ha hecho con cestería. Así es. Cuando sabes que alguien hace cestería, en lo que piensas es en eso, cestas. Pero no, esta chica ha sabido llevar algo tan humilde a otro nivel. Por lo visto la autora (Anna) asistió a un curso de cestería un fin de semana y desde entonces hace cosas preciosas con hasta 6 tipos diferentes de sauce de su entorno. En su web podéis ver todo su trabajo (que también hace cestas):
Este tipo de trabajos me llaman mucho la atención precisamente por la utilización de técnicas y herramientas de una forma tan libre. Parece increíble que un cursillo de fin de semana acabe cambiando tu vida y, en cierta medida, la de las personas que te rodean. Cuando veo cosas de este estilo me da la impresión de que el Arte, sale de las personas por cualquier resquicio que se le deje, manifestándose a través de cualquier medio, técnica o material. Imparable como una fuerza de la Naturaleza.
Espero que esta artista nos sirva de ejemplo: da igual a qué te dediques, puedes crear arte sin ser un genio escritor o cantante, sin tallar mármol de Carrara o poder escribir una sinfonía. Coge el material que más te guste, trabájalo como más te haga disfrutar y atrévete a hacer Arte, porque hace tanta falta como siempre.
Comentarios
Publicar un comentario